En este artículo hablaremos de una parte muy importante de nuestra cocina, la encimera. Veremos los distintos materiales que se utilizan con sus ventajas e inconvenientes.

Existen en el mercado varias posibilidades, hay para todos los gustos y colores pero sin duda hay que pensar que es un elemento de trabajo y tiene que tener cierta calidad.

Empezando con la opción más básica estarían las encimeras laminadas, hechas de aglomerado y forradas con una “lámina” que imita a cualquier material imaginable. Es la más económica, en cuanto a su dureza cada vez mejoran el producto en este aspecto pero su principal problema es cuando no se instala adecuadamente y se filtra agua por alguna junta.

Las encimeras de gratino han sido y siguen siendo las de aspecto más natural y su dureza es su principal virtud. Debido a su gran peso se tienen que hacer “a trozos” que irán pegados pero si el colocador es bueno casi ni se nota.

Cuando la encimera de granito no se adapta al diseño de la reforma de la cocina es posible optar por las encimeras de cuarzo. Son similares en dureza y las posibilidades de tonalidades y texturas son inmensas. Eso sí tendremos que tener cuidado con el calor ya que son sensibles al mismo.

Como encimeras naturales también nos encontramos con el porcelánico, un material cerámico de gran resistencia al rayado y al calor que ofrece infinidad de posibilidades. Sin duda, una opción muy interesante a tener en cuenta.

Por último hablaremos de dos materiales muy distintos como la madera y el acero inoxidable. Si nos decantamos por una encimera de madera tendremos que pensar en el mantenimiento ya que tarde o temprano deberemos lijarla y barnizarla. Y claro está, no ofrece la dureza y la resistencia a la humedad como otros materiales.

El acero inoxidable es sin duda el rey a la hora de utilizarlo en encimeras de cocinas industriales. Principalmente por higiene y durabilidad. Utilizarlo en una reforma siempre puede darle a la cocina un aire de modernidad y limpieza.